¿Que tienen los malos... Que nos encantan?

Por sus caras de malos...
Por sus brazos enormes y tatuados...
No podemos evitarlo... ¡¡NOS GUSTAN!!
El viernes me desperté con un brillo diferente en la mirada, expectante por el principio de una nueva etapa, de un nuevo trabajo... De una nueva yo.
Me vestí, me tomé una taza de café y salí dirección norte de la ciudad.
Nada más entrar, me di cuenta que esta nueva etapa prometía!
Cinco minutos más tarde apareció, en forma de ángel caído...
Un rubio, que eso no era normal!
Cuándo mi corazón volvió en si, decidió que a él no le parecía tan buen sitio para trabajar.
Llego mi director y me comento que los primeros días, tendría un supervisor para ayudarme con la formación interna.
Intente recordar alguien, a quien rezarle... para que me tocará al rubio....
Pero no, no encontré a nadie.
No me toco el rubio, pero me toco uno moreno.
Un moreno, con pintas de chico malo. Después de pasar todo el día junto a él, terminé hablando de todo... menos de trabajo.
Justo cuándo llego la hora de decir hasta mañana, una frase retumbo dentro de mi e hizo que todo el universo se alineara.
- Te vas? Y no me das tu teléfono?
((Ya me empieza a caer bien, el hombre quien invento el Whatsapp, mensajería gratis!!))
El sábado, mi móvil estaba lleno de mensajes...
Después de pasar todo el día hablando, me invito a cenar.
Durante la cena, me sentía como una gran diva, en lo alto de un escenario, frente a un atril... Recogiendo un importante premio...
Tenia un piso bonito, sencillo...
Y no... no llegamos a los postres...
Me cogió y me llevo dónde quiso, a lugares dónde no había ido antes, a lugares de cuya existencia desconocía...  
Me olvide de todos aquellas historias, de todos aquellos chicos, que no soportan nada y te censuran.
Me quede con el malo.
Al dar las seis de la mañana y cuándo me disponía a volver a mi malvado piso... me cogió del brazo.
Y me dijo que no me fuera, que me quedara, que se enfadaría si me fugaba... Me puso cara de pena...
Y me quedé...
Me quedé con el malo, que a las seis de la mañana se volvió cursi, entre sábanas negras, para que me quedará a su lado.
Nos confunden... nos lían...
Si son malos... SON MALOS!
Pero que no nos vendan la moto!
Porque este, tenía pinta de ser muy malo...
Y para que nos vamos a engañar...
Yo siempre soy la mala del cuento y ya me viene bien uno así de malo...