¿Por qué conmigo, no?

¿Dentro de cada princesa inconformista, hay una frágil princesa de cuento?
¿Es necesario que venga un príncipe a rescatarnos?
Que hubiera sido, de las princesas de los cuentos de Disney, si el príncipe no hubiera aparecido. ¿Eh?
¿Se hubiera despertado Blancanieves, hubiera escupido la manzana, buscado un trabajo y reivindicarse ante su madrastra?
Hay dos tipos de princesas inconformistas en el mundo, las que necesitan ser rescatadas y las que son demasiado independientes.
Las demasiado independientes, a las que le aterra una frase, una frase que solo una amiga de verdad te puede decir y después de decírtela, te replanteas todo lo que antes era impensable.
No quieres que te vuelvan hacer daño.
Esa es la frase, esa es la frase que toda inconformista independiente teme...
Yo me dí cuenta, me dí cuenta mientras dejaba en la estacada para siempre a mí adorable Hércules Argentino.
Pase de: No te vayas nunca mi amor... A... vuelve que te doy...
Soy de las que se niegan a ser rescatadas.
De las que se quieren despertar, escupir el trozo de manzana envenenada, buscarse un trabajo y reivindicarse delante de la madrastra.
Hércules intento rescatarme, pero no pudo....
¿Por qué?
¿Es así la vida? ¿Es así el ciclo, el ciclo de supervivencia del amor?
¿Por qué no podemos ser nosotras las que rescatamos al lobo feroz o al príncipe?
¿Por qué, no podemos ser nosotras?
Meses después, he vuelto a ver a Hércules...
Lo vi... Acompañado...
Al final ha conseguido rescatar a una princesa, una princesa de las que quieren ser rescatadas.
Me saludo... y mientras que su rescatada princesa nos dejaba 5 minutos.
A mí solo me hicieron falta 30 segundos para formular la pregunta.
La pregunta con la que sin su respuesta, no hubiera podido vivir...
La culpable de esta actualización....
La culpable, de que hoy sepa en que grupo estoy.
3 palabras... un signo de interrogación... y un largo silencio...
Empezó con un silencio, mío..
Siguió con uno de él...
Después vino la pregunta...
¿Por qué conmigo no?
Después de eso... silencio.... mucho silencio...
El silencio más largo de mi vida...
Después de ese silencio, la respuesta y el fin....
Tu no necesitabas ser rescatada! (me dijo)

P.d. Va por ti, porque no necesito ser rescatada...
Porque ya no eres el tarado,  que me hace reír...