“Si mañana no te contesto a las llamadas, si te digo que voy a cenar y no llego al taxi, tal vez estoy envuelta en las sábanas de un hotel, o me han dejado en una bolsa negra de basura después de divertirse con mi cuerpo (cómo Mara, Majo, Mariana o Micaela), quizás estoy envuelta en una maleta que dejaron tirada en la playa o me llevaron a un pozo en una fábrica para no dejar rastro de lo que me hicieron (cómo Emily, Shirley o Diana Quer) no te asustes si ves que me apuñalaron después de abusar de mi (Luz, Marina) o si me mataron a palos porque no entendieron… ¡Qué no, es no! (cómo Nagore, ella se harto de decir no) No gritéis de desesperación si no me encontráis (Cómo Marta del Castillo) o si me arrastraron, violaron y torturaron (cómo Arlette) tampoco si me empalaron hasta el corazón (cómo Luz), no lloréis si me encuentran con mis amigas en una finca abandonada después de días de tortura (cómo Toñi, Miriam y Desirée, o cómo las llamaron: las niñas de Alcácer) o si me violó un violador reincidente que no cumplió su condena íntegramente (como Angélique)
Si después de Silvia Núñez, Trinidad Rodríguez, Diana Quer, Marta del Castillo, Toñi, Miriam y Desirée, Nagore Laffage, Guadalupe, Micaela Ortega, Candela Rodríguez, Mariela Escudero, Ámbar, Luz, Fernanda del Valle, Angélique y muchas más me toca a mí… no llores, ni prendas velas.. prende barricadas y lucha, lucha siempre.”
La semana pasada la justicia española nos dejó un mensaje claro… ¿Cierto?
La otra noche Twitter se llenó de mensajes con el hashtag #cuéntalo
Mujeres del mundo, quién no ha vivido una situación machista a lo largo de su vida, ¿Eh?
¿Quién no ha visto a un “hombre” aparato en mano en el parque, mientras tú juegas tranquilamente? Lo normalizamos tanto, que da miedo.
De más mayor y entrando a la adolescencia, en el colegio está “el típico gracioso de turno” que intenta meterte mano y claro, a ti lo que te dan ganas de meterle es un puto guantazo.
En la adolescencia, si no quieres liarte con alguien y le dices no, lo más seguro es que te llame de estrecha para arriba.
Me acuerdo una noche subiendo las escaleras mecánicas del metro de Madrid un hombre intentó hacerme una foto por debajo de mi falda. El movimiento fue tan rápido, que solo me di cuenta por el sonido de la cámara de fotos. ¿Os imagináis cómo me sentí? ¿Quién me defiende de esas situaciones? Según la policía, no me tocó, no me violó, no hizo nada por lo que decirle nada…
Quién no se aprieta las llaves en la mano, de vuelta a casa por si tienes que defenderte, yo en invierno y aprovechando la manga larga, llevo un pequeño desodorante preparado para gasear.
A quién no le han silbado cómo un perro, quién se ha sentido intimidada por una panda de “cosas con pene”
¿A vosotras no os han preguntado la edad, la situación sentimental y si querías tener hijos en el trabajo? ¿No te han obligado a llevar una falda (en el traje) que no fuera tan larga, acompañados por supuesto de unos tacones? Porque estamos cosificadas y nos preparan el lavado mental desde pequeñas.
Hace unos años, uno de mis supervisores intentó propasarse conmigo. Después de hablar con dirección.. ¿A qué no sabéis quién de quedó sin trabajo?
En el metro, poco después. Presencié un intento de abuso a una chica que estaba bajo lo efectos de algo, no sé bien el qué. ¿Sabéis qué pasó después de muchas declaraciones en comisaría y un juicio? Que el intento de violador venía a verme a la puerta de mi trabajo, por mucho que la policía me dijo que no me preocupara, no lo encarcelaron, lo dejaron libre, libre teniendo las imágenes de las cámaras de seguridad del metro).
La sentencia de hoy nos deja un mensaje claro. Si está noche, volviendo a casa uno(s) energúmeno(s) decide(n) violarme, tengo solo dos opciones una es defenderme, defenderme como por ejemplo se defendió Nagore, ella se resistió a ser violada. Se enfrentó a un monstruo que quiso atacarla en los Sanfermines de 2008. Le dijo NO a Diego Yllanes en el baño de la casa. Le volvía a decir NO en el salón de la vivienda. La asesinó con 38 golpes mortales. Hoy, su asesino está libre y ella muerta. Diana Quer, también se defendió y también terminaron con su vida. Si no veis violación en una violación, ¿qué mensaje vais a dar a vuestras hijas el día de mañana?
Volviendo a las opciones, la otra es dejar que hagan y terminé lo antes posible. Lo antes posible, para que me dejen ir y no terminen con mi vida. Después eso sí, me cuestionarán en la calle, en los juzgados, me irá persiguiendo un detective privado para ver si hago vida normal o sigo llorando por los rincones. Mi vida la pisotearon en el momento en que me violaron, y después cuando un magistrado me pregunte si cerré bien las piernas, si dije claramente que no, si iba sola, con falda, cuestionaran si no quería que pasara… emitirán una resolución increíblemente vergonzosa y lo único en lo que podré pensar es en qué el mundo es una auténtica mierda.
Pero chicas… la revolución será feminista, o no será.
Cosas con pene del mundo… estoy segura que todos en algún momento habéis tenido una reacción machista. Reconocerlo y entender que con esas actitudes no ayudáis es el primer paso.
Vamos a dejar de educar a las niñas para que no las violen y vamos a empezar a educar a los niños para no violar, para no intimidar, para aceptar un no.
#hermanayositecreo
#lamanadadomosnosotras
#nosqueremosvivas
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