Porque el tamaño si importa...
¡Para hacer el amor, me gustan las camas grandes, muy grandes!
Puede que esto deje mi
El otro día me hablo Minion por las fiestas de Gràcia, pensaba que había muerto pero no oye... ¡Qué sigue vivo!
La conversación fue más o menos así...
- Lidi. ¿A qué hora reparten los premios? ¿Exactamente dónde está la calle? Digo, porque voy a ir con mi novia por tu barrio y así te veo.
(Podía perfectamente haberlo mandado a la
- Claro!! Son a las siete, seguro que me ves porque estoy en medio. ¡Qué bien! Así la conozco antes de que le caduque el visado y tenga que volver...
- ¿Volver a dónde?
- A Mordor. ¿No era de allí?
Pues oye, creo que no le sentó bien porque
Total, que como me quedé sin conocerla me fui hacer la compra... Y mientras estaba en el supermercado en el pasillo de la pasta en busca de macarrones, me di cuenta de una cosa muy importante. Mentimos, mentimos mucho y sin piedad, sin censura, sin miedo...
Y de esto me di cuenta allí, en medio del pasillo... ¿Quién se queda a propósito un paquete pequeño de macarrones pudiendo comprar el grande por un poquito más?
¿Y si con los penes pasa lo mismo? ¿Mentimos cuándo decimos que el tamaño nunca ha importado? ¡¡O por el contrario sí!! ¿Estamos tan acostumbradas a tener que fingir qué también fingimos en eso?
Esa misma noche entre cervezas y amigas disfrutando de los últimos coletazos de la fiesta de Gràcia, solté la encuesta bomba.
Comparar es horrible... Pero, creéis cómo yo ahora que el tamaño importa... ¿Eh?
Mi morena que había venido desde NY lo tenía muy claro y no dudó en alzar la voz... ¡¡¡Sí, pero con matices como en el polí Deluxe!!!
He aquí su matización integra, sin cortes, ni censuras... - Por debajo de diez centímetros cuándo está "contento/divertido/excitado/puesto/ya sabes" no es un pene, es una pena!!
Entre once y quince es lo estándar y no puedes quejarte, de dieciséis a dieciocho si eres la novia eres una mujer bendecida. A partir de los diecinueve se vuelven torpes y no saben cómo utilizarla. Y a no ser que seas garganta profunda, tienes muchas posibilidades de convertirte durante una mamada, en una de las protagonistas de la nueva película de los pitufos máquineros.
Ojo! Parte de razón no le falta, pero olvidan las cosas con pene (del tamaño que sea, porque aquí no discriminamos y si lo hacemos... Lo hacemos lo justo) que la cuestión no es el tamaño. La cuestión es que no sirve de nada que la tengas como Nacho Vidal o como quién yo sé que seguramente ya se esta dando por aludido, si ni siquiera sabéis donde coño tenemos el clítoris, y ni qué contaros del punto G! ¡¡¡Qué no es un mito!!! Cómo para que os preocupéis si os mide más o menos de 15 centímetros...
Así que al ritmo de "dancing queen" que era la canción que estaba sonando en ese momento, le fuimos preguntando entre cervezas y risas (muchas risas) a las queen de los alrededores si realmente el tamaño importaba, que tenían que ser sinceras porque era para un estudio.
Después de preguntar a un total de 34 chicas del barrio de Gràcia en Barcelona. Aquí os hago un resumen exprés de los resultados.
El 57% de las chicas dieron por buena la teoría de mi yankie de cola (aunque me apoyaron diciendo que si no sabían dónde tenían que tocar... Daba lo mismo de que medidas estuviéramos hablando) El otro 40% tiró por la borda toda nuestra matización. (Suponemos que sus novios están por encima de los dieciséis) Y el otro 3% por cierto que queda.. ¡¡Me enamoró!! Y nos contaron que a ellas las pollas ni fú ni fá, porque eran lesbians.
¡¡¡Viva el amor libre!!!
Así que cosas con pene de Barcelona, de Europa y del mundo en general. Aunque no queremos cacahuetes, el tamaño nos importa más bien poco si os tenemos que hacer un esquema de dónde esta el clítoris y dónde se encuentra el fascinante punto G.
Podéis dejar de mediros
Dicho esto... Os voy a contar un par de cosas que no sabíais del sexo...
¡¡Atentos!!
A la pregunta... ¿¿Cuánto dura el buen sexo??
La respuesta es para ponerse a llorar, dicen que alrededor de quince minutos, de diez a doce los preliminares y de tres a cinco lo que es el sexo.. Hay otros que aseguran que el buen sexo dura siete minutos...
¿¿Tanto esfuerzo para esa miseria?? ¿¿En serio??
¡¡¡¡Si esto es real, matadme por diooosss!!!!
A la pregunta... ¿¿Y los hombres rápiditos??
La respuesta es que no hay ninguna droga aún al respeto, si uno de cada cuatro la sufren... Nosotras solo podemos rezar por sus parejas.
¿Habéis probado en pensar en... ¿Qué te digo yo? ¿Barrio Sésamo?
A la pregunta... ¿Qué hago cuándo mi chica me dice que le duele la cabeza?
La repuesta es bien sencilla.. El sexo libera unas cositas maravillosas que actúan como calmante. Así que manos a la obra, pero si lo vas hacer... ¡Hazlo bien amigo!
¡¡Y por último!!
A la pregunta... ¿Verdad o mito? ¿Sexo vs. Chocolate?
¡¡La respuesta es evidente!! Para esos doce minutos de gloria, hay chicas que prefieren una
Cada día más de quinientos millones de personas tienen relaciones sexuales, osea una de cada diecinueve al día. Ahora mismo, lo están haciendo millones de personas y tú me estás leyendo a mi... ¿Sabes lo que te toca ahora no?
Ahora en serio, el sexo es vida. Lo que pasa que a veces y solo a veces preferimos no hacerlo porque simplemente no tenemos ganas de fingir. (Bartolo tú esto como si no estuvieras leyendo nada, ¿entendido? Porque me encantas todo tú)
Y sí, sé que lo estáis esperando...
Ya voy, no os voy a dejar sin mi dosis de moñerías varias.
¿Are you ready? ¡¡Go!!
Dentro de un mes es mi cumpleaños... ¿Cuántos años cumples? Me preguntará mucha gente..
Lo importante, no es cuantos cumpla... Si no en cuántos de ellos he vivido. De las preguntas más idiotas que te pueden hacer en la vida, he aprendido que la del "¿Cuántos tienes?" es una de ellas. Porque no me da ninguna pista de quién tengo delante de mi en ese espejo. La verdad, es que no lo sé, no me importa si solo tengo ese dato que carece de interés.
Porque lo que el mes que viene tendré delante de mí, no será cuántos años cumplo. Si no en cuantos de esos años como he dicho, he vivido.
Hoy puedo decir que tengo 30 miradas en el metro que me hicieron sonreír, tengo 4 “Te quiero” suicidas que dije sabiendo que quién tenía delante no me quería a mí. También tengo un “ҍҽӀӀɑ” sincero que me devolvió al contador de años vividos.
Tengo 28 abrazos inolvidables. 3 de ellos
irrepetibles, porque quien me los dio ya no está en este loco mundo. Tengo unos
83 “lo siento” 7 de los cuales jamás me perdonaron y quizás siendo sinceras yo
tampoco lo hubiera perdonado.
Tengo 25 noches en el hospital al lado de
alguien a quien quería y que me importaba.
8 madrugadas, o quizás más pensando en una
persona a quién yo no le importaba una mierda. Tengo unos 8400 besos, pero solo
me acuerdo de 7. Tengo 4 veranos inolvidables que fueron infinitos. Y 3
inviernos demasiado fríos, tristes y solitarios.
Tengo 75 noches sin dormir y algunas
lágrimas gastadas en cosas que en realidad no tenían importancia, aunque
entonces yo se la di.
También tengo 9 lágrimas muy amargas y
dolorosas en algo que se merecía que llorará durante siglos, pero no lo hice
porque me levante y seguí adelante.
Tengo 300 carcajadas de esas que hacen que
te falte el aire y termines aplaudiendo como una foca retrasada. Y 2 o 3
sonrisas por compromiso, quizás fueron más, pero ahora no me acuerdo o no
quiero acordarme.
Tengo 6 deseos de infancia que se dan de
ostias con todas esas promesas que nunca he cumplido aunque lo haya intentado.
Tengo 100 consejos que entendí mucho tiempo después, cuándo ya me había
estrellado contra el bordillo y desangrado. Tengo 1 cama dónde me acosté sin
querer estar y 2 dónde hubiera matado por despertar. Tengo esos 5 errores que
mi lado masoca volvería a cometer una y 1000 veces más y 4 de los que me
arrepiento mucho, muchísimo. Tengo miles de cenas, pero pocas como aquellas 2.
Y escalofríos, tengo 32 escalofríos que me
han recorrido el cuerpo entero, 75 conciertos y uno de ellos irrepetible y
único que faltará más de una vida para olvidar, 410 películas, más de 10000
libros y soy incapaz de contar todas y cada una de las canciones. Tengo 730
tardes comiendo pipas en la ermita del barrio, viendo como pasaba nuestra
adolescencia esperando los 18… Y 1000 tardes más recordándolas, unos años
después.
Tengo… 24 adioses. En dos de ellos nunca
quise despedirme en realidad. Tengo tantas cosas por decir que nunca diré… Y
tantas que me tendría que haber callado y no lo hice.
No tengo ni puta idea en cuántos años cabe
todo eso. O quizás si…
Pero he llegado a esa edad, en la que ya
no voy a callar nada. Esa edad, en la que mi mente me susurra… “Tú dilo, por si
acaso. ¡No te lo guardes!”
En definitiva… Esos son los años que cumplo el mes que viene.
