Los amigos del Capitán Garfio...

Cansada de escuchar, la frase de que el mundo es un pañuelo y firmemente en contra...
Hace un par de semanas, no tuve más remedio que rendirme a la evidencia...
En mi intento frustrado de desintoxicación de aquel treintañero musculado, comprendí que tal vez seria un buen candidato, un pirata con posibilidades de ascender a capitán...
Después de decidir darle una oportunidad y de un par de copas y algún que otro beso... descubrí que él y mi ardiente Garfio eran amigos...
Un amigo que desconocía de su existencia...
Llegados a este punto, un debate interno mío, floreció como las amapolas en primavera...
Es aconsejable (si en un primer momento, lo desconoces) liarte con un amigo (hasta entonces inexistente) de tu antiguo... Cómo llamarle... Si ni siquiera es un novio, ni pretendió nunca serlo... Bueno lo dejaremos simplemente en... Garfio
Tienes que cortar por lo sano?
O quizás puede que, no pase nada dado que entre tu y él nunca hubieron sentimientos?
Se sentiría ofendido, tu hasta entonces Capitán!?
Dejaría que ese pirata tatuado, se hiciera dueño de tus noches y de tus deseos?
Que te lleve en su barco, hasta lugares dónde no sabías de su existencia antes?
Partiendo de la base, que lo que diga la gente, (aburridas marujas hasta niveles insospechados) te da sinceramente lo mismo... Pensarías en meter en ese grupo también, al Capitán si llegará a pensar como ellas?
Hablarían de las antiguas noches de placer, en barcos perdidos?
Después de seis horas, tres mojitos y algún que otro cigarrillo... volví a desistir...
Si nunca había salido antes a la luz, aquel musculado y tatuado pirata, sera que no es tan importante como para pararte a pensar en las posibles consecuencias...
Hemos llegado a un punto, que lo que diga la gente te es indiferente....
Las novelas de televisión, no deben de ser tan entretenidas como antaño, o quizás hemos cambiado por fin y no nos dejamos guiar, atormentar o aconsejar por marujas con rulos en la cabeza, que se creen que las bolas chinas son un nuevo rosario...
Me quedo, con aquellas señoras que las defendían...
Me quedo, con la libertad de poder hacer lo que quieras, sin tener que dar explicaciones a nadie...
Me quedo, con las nuevas experiencias...
Definitivamente... me quedo con ese pirata, malvado, tatuado y musculoso...
Me quedo, perdida entre abdominales interminables y bíceps tatuados...
Porque como siempre digo... mientras que madura y llega la naranja... no le puedes hacer ascos a las mandarinas!!