Cosas con pene del mundo, os voy a decir una cosa muy sencilla.
¡Si os queda claro, todos viviremos más felices, contentos y estupendos!
Si le pusierais el mismo empeño en regalarnos buenos orgasmos, como le ponéis a esas cosas estúpidas y sin sentido que hacéis...
NOS TENDRÍAIS TODO EL DÍA CÓMO A LA FLAMENCA DEL WHATSAPP.
¡Esto es así! Claro, sencillo, fácil y rápido de entender (de conseguir ya es otra historia y se podría discutir)
Dicho esto y como los tiempos han cambiado y todos sabemos que lo de romper el hielo es algo que ya no es solo cosa de ellos, me dispuse a sacar a mi guerrera interior de paseo y a despertarla a golpe de rubio, después de borrar del cuento al Minion con tippex (pero no de los baratos eh, de los de marca) ya que estaba obsoleto y solo me servía como provocador de nauseas horribles y repugnantes, dolores de cabeza, mareos...
Entre otras fabulosas y estupendas cualidades.
Porque en lo que son el tema orgasmos... Pues...¿Qué quieres que te cuente? Que para eso tenía a mi vibrador, que con ese al menos no tenía que fingirlos.
Como dice aquel viejo refrán... Quién avisa, no es traidor.
Esta semana he empezado a preparar un extenso Kamasutra del motorista... Es tan estupendo, que los que no tengáis moto iréis corriendo a comprar una. Sentir ese rugido entre las piernas y devorar a lomos de tu moto la ciudad, para después poner en práctica el Kamasutra que te enseñe.
¿Qué pensabais? ¿Acaso aún no sabes que no soy una princesita de manual? Soy Caperucita en busca del lobo que me tiente a pasearme por el lado salvaje...
Y ojo!! ojo!! ojo!! que... HABEMUS CANDIDATO.
Antes de adentrarnos en el estupendo y lujurioso mundo de ese Kamasutra, a ti... Valiente inconformista que aún sufres hasta que te duele el cartílago de la rodilla izquiera, por ese terrorista sentimental.
Vamos aprender a bailar bajo la tormenta y a marcarnos un baile que ríete tú de Shakira en sus tiempos mozos. Hace unos días, antes de que mi guerrera interior despertara cual princesa Aurora en aquella torre tenebrosa, alguien muy especial me dijo que cuándo tuviera delante a esa cosa con pene, que te pone y no da pena (sí, va con segundas, soy malvada... Aquí que cada cual lo interprete como le salga de...
Era preguntarme... (Antes incluso de decirle algo) ¿Para qué quiero esa cosa con pene? ¿Para divertirme? ¿Para tenerlo como mi apuesto lobo feroz? ¿Para casarnos? Vale, podéis borrar esto último.
Bien, yo al menos de momento lo tengo muy claro...
¡¡Así que tú, si tú!! La que me lees con los ojos rojos como tomates y aún te preguntas porque esa cosa con pene, a la que cómo mi Minion se la traíamos más flácida que otra cosa...
¡NO NOS QUERÍAN!
Mueve el culo y ponte las pilas porque tu lobo feroz no va a ir a tu casa, rosas en mano cual Richard Gere en Pretty Woman! Lo siento, es lo que hay, no existe un teléfono mágico de tele-lobo-a-domicilio. Es triste, pero es más triste que aún te preguntes ¿Por qué no te quiere? ¿Por qué estás sola? Porque si nos quedamos en casa...
NO AVANZAMOS. Y esto, estoy hasta la polla de decírselo a muchas de mis amigas, separadas cómo yo. NO AVANZAMOS SEÑORAS!!
No dejes que la vida, te viva!! Así que plántate en tu portería, da un paso, después otro.. Me da lo mismo que te pasees por las obras de todas las calles del centro, para que esos obreros.
¡Qué no nos engañemos! Son levantadores de ánimo profesionales y tendrían que tener ese trabajo remunerado. ¡Te digan cuatro cosas!
Ahora mismo, tengo complejo de Cruella De Vil. Pero alguien te lo tiene que decir y tus amigas no lo van hacer. Porque aunque vayamos de modernas, en el fondo somos unos paquetes y siempre sale la iluminada diciendo... Puede que recapacite, quizás cambie, hay que darle una oportunidad.. Lo que hay que darle es con el bate de béisbol en la cabeza, a ver si las dos últimas neuronas que le quedan hacen contacto.
¡¡¡O yo qué sé.. algo!!!
Así que hazme un favor a mi, a ti (porque a este paso te salen telarañas allí abajo) y al mundo y deja de llorar por alguien que ni se acuerda de ti cagando. Bien, recuerda estas tres frases que te voy a decir y que seguro que ninguna de tus amigas te ha dicho. Tatuarlas a fuego en la cabeza, porque no las voy a volver a repetir.
La primera.
Asúmelo, no va a volver. Deja de mirar el móvil como la protagonista de lo que el viento se llevó. Porque a estas alturas, tu número estará en la papelera de reciclaje igual que todos los recuerdos que vivió contigo. Lo mismo pasa con todos esos regalos estupendos, que pasaste días preparando con mucho amor. ¿Qué pensabas? ¿Qué los iba a guardar? ¿Corazones rojos? Aunque te diga que si.. miente. Solo es para que te sientas mejor contigo misma. Yo también lo pensaba, hasta que fui yo la primera que lo tiro todo, con premeditación y alevosía. Destierra todo pensamiento positivo, si hubiera sido positivo ahora serías una flamenca del WhatsApp y no una pepona llorona. Llegado el momento, serás tú quien lo recuerde como algo anecdótico del pasado. Pero ahora, no es el momento y lo sabes perfectamente.
La segunda.
Deja de pasear por los lugares dónde ibas con él. No eres una guía turística que te envía el recuerdo para torturarte por los siglos, de los siglos. Intenta hacer algo interesante con tu vida. ¿Qué te digo yo? Llama a tus amigos (o te mando a los míos, todo es negociable) que te digan la verdad, aunque duela.
¿¿Habéis escuchado amiguetes??
Baña tus penas en un bien Chivas, Limoncello... o en cualquier tipo de alcohol (no es que sea lo más normal, pero una vez al año no hace daño) y piensa que bailar en plena tormenta es mucho más divertido, refrescante y reconfortante que quedarte en casa esperando.. NADA o pasear paraguas en mano por esas calles, dónde tu terrorista sentimental ganó el óscar al mejor actor principal del año.
La tercera.
No has visto la cantidad de cosas con pene del mercado últimamente no? (chicos, no os sintáis ofendidos... No es nada personal) Venga, miradme a mi, la vida es corta (y no, no voy hacer la misma broma de siempre) y nosotras ya tenemos una edad. Deja de decir que te vas a quedar a pastar boniatos, que vas a ser la señora solitaria de los gatos.. etc.. etc...
¡Porque eso no te lo crees ni tú! (Esto, tenéis que imaginarlo con voz de cabreada) Vete al sex-shop del barrio y déjalo sin juguetes... ¡¡Compralos todos!! ¡Disfruta!
Prueba cosas diferentes, divertidas. Compra un patito vibrador y date un buen baño y un buen homenaje con él.
Compórtate como ellos si es necesario (aunque créeme, lo hice, fui una cabrona cómo ellos... y la verdad es que es muy cansado, aprendes mucho.. sí, pero es una mierda!)
Prueba otras formas de amor... hay miles y no están tan mal como parecen.
¿Aún no estás decidida? Bien, llegados a este punto necesitas una buena receta. Yo la busque en el libro Vamos a follar hasta que nos enamoremos y como a toda buena receta le puse mi toque especial, con mucho amor.
¿Cómo coser un corazón roto?
Ingredientes.
1. Un corazón (da lo mismo en qué estado esté)
2. Una bobina de hilo rojo intenso.
3. Agujas de diferentes tamaños.
4. Una botella de alcohol. (Chivas, Tequila, Ginebra, Cerveza, Limoncello..)
5. Una pizca de paciencia.
6. Mucho amor.
Instrucciones.
Coge aguja e hilo, intenta que sea de un color rojo intenso. Se cose entonces una la boca, también los ojos y cuándo al fin dejamos de maldecir y llorar en silencio, a ciegas… Podemos proseguir con la tarea.
Una vez remendados los pedazos se agarra fuerte el corazón, se baña en un buen Chivas (o lo que bebas) de cuatro a ocho horas y se le canta bajito. Si no respondes bien al tratamiento, descóselo de nuevo.
Tira los trozitos por la ventana o por el balcón, llora como una condenada a muerte, maldice sin pudor con la boca abierta, blasfema de un modo salvaje y primitivo…
Invoca todas las terribles criaturas del mundo e intenta implorar a todos los santos que conozcas, suplicarle a todas las vírgenes que nunca te ayudaron, aférrate a esa fe, si la tienes.
¡Pero endemoniadamente! Arráncate el pelo a mechones y aráñate fuerte el escote. Y ya verás que pronto te late en el pecho uno nuevo, negro, feo, arrugado y pequeñito.
Pero no te asustes, dale tiempo y veras como crece fuerte y hermoso como un oso, adquirirá un color vivo y sonrosado… Y después, si te lo vuelven a romper… Coge aguja e hilo y repite el proceso…
Total, ya sabes cómo hacerlo.
Contigo era feliz...
Pero no te equivoques, sin ti también!
Lidia.
